· 

Estrés y salud

 

     El estrés mantenido suele generar unas consecuencias  en la salud que expongo a continuación:

 

     Hans Selye, fisiólogo y médico astrohúngaro  conocido como "el padre del estrés", afirmaba: “Hoy día empezamos a comprender que muchas enfermedades corrientes son debidas más a la falta de adaptación al estrés que a cualquier otra causa”. Selye ha escrito numerosos artículos y libros acerca de los efectos del estrés sobre el desarrollo de ciertas enfermedades entre las que se pueden citar: urticaria, colitis ulcerosa, asma, estreñimiento, ulceras, esclerosis, artritis reumatoide, hipertensión, etc. También indicaba la existencia de diferencias individuales en las respuestas al estrés, lo que supone que las mismas situaciones estresantes desencadenarán síndromes distintos dependiendo de las diferentes condiciones de cada persona.  Dichas condiciones pueden ser internas: predisposición genética, edad, sexo, etc. o externas : alimentación, tratamiento con ciertos fármacos.

 

    Me interesa precisar que las consecuencias en la salud que expongo a continuación no están necesariamente determinadas al ciento por ciento por el estrés, sino que están relacionadas con el estrés de manera significativamente probada en diferentes proporciones. Quiere decirse que en personas más predispuestas,  la inadecuada gestión del estrés será mas determinante en las alteraciones de la salud que en otras personas menos predispuestas. Por otra parte unas personas serán más vulnerables a un tipo de consecuencias que a otras. Pero, a pesar de las posibles diferencias en las diferentes personas, hay que recalcar que  en suficientes investigaciones se han comprobado relaciones significativas entre una inadecuada gestión del estrés y las siguientes consecuencias  en la salud :

 

Sistema inmunológico: Reducción de la competencia inmunológica, lo cual incrementa la vulnerabilidad hacia las enfermedades asociadas al sistema inmune y a las enfermedades infecciosas.

 

Deterioro cardiovascular: Incremento tasa cardiaca; aumento de la presión sanguínea –sistólica y diastólica- ; aumento del output cardiaco; vasoconstricción periférica; posibles arritmias cardiacas; infartos; anginas de pecho; alteraciones del ritmo cardiaco; trombosis,...

     Merece mención el siguiente mecanismo: Ante una situación aversiva o tensa, se producen aumentos en las secreciones de adrenalina y noradrenalina. Estos a su vez provocan aumentos del ritmo cardiaco, presión sanguínea, niveles de colesterol y de los lipidos en sangre. Si tal situación se repite un determinado número de veces (y a ello se añade una dieta rica en materias grasas) puede contribuir al desarrollo de una enfermedad de tipo circulatorio por obstrucción de las arterias coronarias principalmente.

      Existe un tipo de personalidad con tendencia hacia este tipo de enfermedades,  el llamado modelo A que es hiperreactivo, responde en situaciones estresantes con excesivo afán de logro, urgencia de tiempo y gran hostilidad. Sus respuestas ante el estrés son exageradas; por ejemplo, producen el doble de adrenalina que otras personas menos reactivas. En estas personas,  el estar sometidos a una serie de descargas de tipo autonómico y bioquímico les potencia la patogénesis de la enfermedad. 

 

Musculo-esqueleticas: Contracturas diversas; jaquecas;…

 

Otras respuestas psicofisiológicas: Incremento de la tensión muscular; temblor; incremento de la tasa respiratoria; hiperventilación; incremento de la sudoración; incremento de la actividad electrodermal; incremento de la dilatación pupilar; reducción de la tensión muscular intestinal; reducción de la salivación; reducción de la amplitud de las ondas cerebrales; reducción del pH piel/saliva.

 

Metabólicas :Incremento en producción de glucosa; catabolismo proteico; aumento de ácidos grasos; aumento del colesterol , aumento de triglicéridos , incremento del transporte de oxigeno.

 

Aparato digestivo : Espasmos esofágicos; incremento de las secreciones gástricas; estreñimiento; diarrea; úlceras gastroduodenales; hinchazón epigástrica.

 

Aparato respiratorio: Dilatación de los bronquios; asma.

 

Ginecológicas: Desordenes en la menstruación.

 

Piel: Liquen; psoriasis; atopia; alopecia; vitíligo; herpes; dermatitis.

 

Timo y sistema inmune:  Involución tímica y reducción de la competencia inmunológica;  tiroides (incremento tamaño/actividad) suprarrenales (incremento tamaño/actividad) glándulas sexuales (reducción tamaño/actividad) hígado (involución); páncreas (involución) riñón.

 

Además de los efectos directos en los sistemas orgánicos referidos, hay que tener en cuenta una serie de conductas que el estrés facilita en gran proporción y que tienen unos efectos nefastos en la salud. Así el estrés facilita:

 

Conductas nocivas que generan o agravan diversas enfermedades. En este sentido, el estrés incide en: Descanso insuficiente. (sobrecarga de actividad laboral o de ocio o de otro tipo, sin suficientes pausas de descanso); insomnio o sueño insuficiente o de mala calidad.

 

Consumo de sustancias (tabaco, alcohol, drogas,…).

 

Nutrición disfuncional o nociva (exceso de grasas y tóxicos; exceso de comida; exceso de dulces, carbohidratos y otros alimentos “basura” y también déficits nutritivos como saltarse comidas o ingerir comidas poco nutritivas. Insuficiente hidratación; …

 

Sedentarismo.

 

Conductas de riesgo que favorecen accidentes: conducción arriesgada, actividades de alto riesgo con poca preparación…


Jesús Rodríguez Goñi

 

                                                                                

Escribenos cualquier duda que tengas y reserva tu cita: 

Si deseas preguntar algo o hacer un comentario referente a este artículo, puedes rellenar el formulario disponible al final de está misma página.

 



Si has considerado útil este artículo, puedes compartirlo.

Escribir comentario

Comentarios: 0